sábado, 5 de junio de 2010

Situación con Argentina

Ante la situación con Argentina derivada de la planta de celulosa.

Hubo desde antes de asumir este nuevo gobierno del FA un cambio en el estilo de relacionamiento con el gobierno de la Argentina.
Indudablemente ello demuestra que dentro de la fuerza política había diferentes formas de encarar las dificultades que se fueron creando. Estas son complejas. No se deben ni se pueden analizar en términos de hinchada de futbol.
Hubo entretanto un fallo de la Corte Internacional de la Haya que fue claro y documentado aunque pueda decirse que podría haber encarado con algo más de detalle algunos aspectos.
La persistencia de los llamados "ambientalistas"de Gualeguaychú o quizás mencionarlos como "los que se sienten perjudicados" por la instalación de la planta y que resolvieron cortar la ruta de comunicación con nuestro país, sigue firme a pesar de sus contradicciones.

Argentina es importante para nuestro país y los seguira siendo. Hay infinidad de actividades que han seguido adelante sin complicaciones en el relacionamiento entre ambos países. Hay intercambio comercial significativo, hay turísmo y no es necesario catalogarlo, hay inversiones inmobiliarias relevantes, viven decenas de miles de compatriotas en aquél país, y puedo seguir porque hay una historia en común.
Por otra parte Argentina se ha caracterizado por no cumplir con los Laudos Arbitrales del Mercosur que han sido favorables a Uruguay y contrarios a sus intereses. Es el caso del Laudo Arbitral sobre el Corte de Ruta. Esto es otro dato de la realidad.

Frente a esta situación, tomando en cuenta todos los aspectos de nuestra realidad en relación a Argentina, este gobierno, su Presidente, su Canciller han decidido seguir adelante enfentando las dificultades, encarándolas frente a frente, cara a cara y tratar de despejar todos los obstaculos que existen y los que se vayan encontrando.

Así fue que se levantaron en estos meses algunos de ellos. Hubo ahora una nueva reunión de alto nivel, que habia generado mucha espectativa a ciertos operadores, prensa y ciudadanos, que posiblemente y seguramente no conformó a la mayoría. Pero era dable pensar que era un punto de arranque donde se mediría el grado de entendimiento como para encarar un seguimiento sistemático hasta resolver las desavenencias o levantar las restricciones. Y esa táctica parece ser correcta. Y a través de este procedimiento, si da resultados positivos, los avances que se vayan capitalizando serán al mismo tiempo impactos duros contra los sostenedores de los cortes de ruta. Cuanto más se avance en relacionamiento y logros en diferentes áreas de interés que sean percibidos por los ciudadanos de ambos países, mas aislados quedarán aquellos que sólo tienen un tema, por importante que sea, que los alienta.

Pero ese tema también debe abordarse en todo lo posible. El fallo de la Haya en ese sentido nos debe ayudar. El fallo marco en forma destacada el papel central que debe cumplir la Comisión Administradora del Río Uruguay. Papel que en términos del Tratado del Río Uruguay y en su Estatuto, entiendo que tenía, pero que en los hechos no se le había jerarquizado durante muchos años. La CARU es un organismo internacional bilateral con personería jurídica y con cometidos específicos que el Tratado y el Estatuto le han confiado. Por lo tanto la CARU puede llegar a tener una subcomisión técnica que lleve adelante el monitoreo del Río y complementariamente tener potestades, otorgadas por los Estados Parte del Tratado del Río Uruguay, para controlar aquellas instalaciones que estén ubicadas en el territorio de los Estados Partes (Brasil podría llegar a ser otro integrante del Tratado, ya que también es parte del Rio Uruguay) y cuyas obras incidan directa o indirectamente en el régimen del río, en la calidad de sus aguas y en otros aspectos que puedan ser considerados relevantes por las partes. Aquí no habría perdida de soberanía ni intromisión en asuntos internos, habria un acuerdo entre los Estados Partes que ampliarían los cometidos de la CARU, consintiendo en aquellos controles específicos que se puedan consensuar.

Estas dos líneas de acción podrían encaminar el relacionamiento de los dos países en la búsqueda de nuevas sinergias para encontrar el bien común para nuestra gente y nuestro desarrollo regional.

F.S.

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