Este artículo sale en el Editorial del diario El Pais. Esta posición es justamente la que no le sirve al Uruguay y la que el Ministro Almagro ha tratado de eliminar en la comunicación sobre el fallo de la Haya. Nuestro País se ha afirmado siempre en su vocación de cumplimiento de los compromisos internacionales, aunque la realidad muestre que no siempre ha sido así. Pero es reiterado en el discurso político de máximo nivel. Hacer alarde de una "avivadita" y titular con un "a llorar al cuartito", es tratar a un tema de la máxima importancia para nuestro país en la relación que tenemos històrica con nuestros hermanos Argentinos, de una forma futbolística.y superficial. Las razones que hayan llevado a Botnia en su momento a instalarse en Uruguay en lugar de hacerlo en el territorio Argentino, y que pueden pasar por los diferentes argumentos que se manejan en el artículo, no habilitan a que Uruguay se pasara por alto la importancia de un organismo binacional con personería jurídica internacional, cuyo cometido involucra la participación en hechos como los ocurridos. Uruguay incumplio sus obligaciones por un tratado en varios de sus artículos, por lo tanto violó el Tratado, y eso es lo que dijo la Corte integrada por múltiples jueces que mayoritariamente asi lo votaron. Los jueces pueden ser falibles, pero aqui hay un conjunto de jueces que entendieron en el mismo sentido. Tambien entendieron por amplisima mayorìa que Argentina no habia presentado pruebas de contaminaciòn, por lo tanto no habìa merito para sancionar a Uruguay en ese orden, porque no incumplió con sus obligaciones de no contaminaciòn y preservaciìon del rio uruguay. Y, no habiendo daño, tampoco hay reparaciòn. Se entendiò que la satisfacciòn, a travès del propio fallo de la Corte, es la forma de reparación que Argentina tiene respecto del incumplimiento por parte de Uruguay. Nuestro país podía haber cumplido con sus obligaciones por el Tratado y finalmente igual haber seguido adelante con el proyecto, porque Argentina en la CARU no tiene poder de veto. Quizàs y sin quizàs eso podrìa haber retrasado la construcciòn de la obra en algunos meses. Quizàs la empresa frente a esa circunstancia se hubiera desalentado de hacer la inversiòn. Uruguay creyò que esa obra, en esa conyuntura era vital para el País. No obstante ello no amerita a alardear de una viveza criolla que nos es tan habitual, y que muestra nuestra veta "agrandadita" al mejor estilo de pasión futbolistica. Sigue el artículo referido
A llorar al cuartito
RODOLFO SIERNA ROOSEN
Habrá sido un descrédito para el país no cumplir con las formalidades del Estatuto del Río Uruguay al autorizar la instalación de la planta de celulosa?
Primero habría que ver si esa omisión formal existió, porque un jurista e internacionalista de jerarquía como el Dr. Didier Opertti lo niega, y los jueces son falibles. Pero aún bajo el supuesto de la transgresión, situándonos en la peor de las situaciones -que fue intencional- le puedo encontrar su justificación por aquello del mal menor, que está en esencia como una de las causas de justificación de una conducta que desvanecen al delito: la legítima defensa.
No creo en las malas lenguas, aunque a todos nos llegó la versión que la primera intención de los finlandeses fue instalarse en Entre Ríos, pero les salía carísimo, seguramente por cuestiones de aranceles, sellados y esas cosas que generalmente hay que pagar para sacar adelante un negocio, prácticamente en todo el mundo. Para no pasar por ingenuo tengo que admitir que aquí probablemente también. No soy experto en la materia, pero la malicia comenta que esos costos en Argentina son muy, pero muy altos. Recordemos lo de Antonini y su maleta, o lo que está sucediendo con el ex secretario de Transporte del gobierno del matrimonio, Ricardo Jaime, procesado junto con diez empresarios que le habrían comprado un avión privado para viajar por el mundo. O la acusación que involucra al ex Director del Órgano de Control de Concesiones Viales, Claudio Uberti, y al Ministro de Planificación, el tan popular Julio de Vido, sobre los porcentajes que deben pagar empresarios argentinos a la administración de su país para concretar negocios en Venezuela, otra que tira y pega.
Entonces a los finlandeses les convenía por razones de costo es claro, hacer la inversión aquí. Para Uruguay - cómo será la cañada que hasta Vázquez que votó en contra el Tratado con Finlandia terminó comprendiéndolo- era muy importante que la planta se localizara en nuestro territorio. Estudió responsablemente el tema -Vázquez es una autoridad como médico-, llegó a la convicción científicamente irrebatible que la planta no contaminaba a nadie ni aquí ni allá, asumió lo que significaba como aporte al crecimiento económico y a la generación de empleo, y con ese bagaje de certezas ¿qué se esperaba que hiciera? ¿Qué antes de dar la autorización se metiera en la boca del lobo de
Eso no convenía al interés nacional. Y entonces, adelante con los faroles. Argentina demandó, denunció la violación formal del Tratado, le dieron la razón, pero le negaron lo que su afán de venganza pretendía. No a la relocalización de la planta, y no a reparaciones porque no hubo daño. Ahora, que vaya Busti a hablar con los piqueteros.
Y a otra cosa, mariposa.
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