Comisión en el FA sobre Ley de Caducidad

Al mismo tiempo que se decide la creación de una comisión para analizar como encarar la eliminación de la Ley de Caducidad de nuestro ordenamiento jurídico (llevamos años en ello), aparecen dos señales muy confusas y negativas.
Por un lado trasciende en los medios de prensa, que la creación de dicha comisión es una medida adoptada como forma de bloquear la posibilidad de presentación a nivel parlamentario de proyectos individuales. Consensuar para tener un proyecto único en común, es lo adecuado, es lo sano, por más que las variantes que se nos pueden ocurrir no son muchas. La ley no se puede borrar con un corrector de tinta o con una goma. Por lo tanto tiene que haber una acción en dicho sentido. Y, acciones posibles no son muchas. Se pueden buscar nombres o verbos de acción diferentes para decir lo mismo. Pero el resultado tiene que ser que la Ley de Caducidad no exista más, y que no haya producido efectos jurídicos durante su existencia. Porque si los produjo y se mantienen, estamos ante una simple Derogación.
Ahora si en lugar de buscar acordar, lo que se pretende es, a través de una comisión, tirar la pelota para adelante y no hacer nada, entonces eso se convierte en una indignidad.
Por otra parte, resulta altamente contradictorio que, habiendo decidido crear la comisión para estudiar las posibles alternativas de solución para hacer desaparecer la Ley de Caducidad, varios principales voceros de algunos sectores salgan rápidamente a los medios a decir que no están de acuerdo con anular la Ley, y todas las consideraciones que ya hemos mencionado en el comentario anterior. Creamos una comision técnica y salimos a vociferar políticamente marcando de antemano la cancha y la orientación sobre el punto. Doble discurso? Sí, doble discurso.!!!!!!