lunes, 25 de enero de 2010

Extradición de Manuel Cordero

Ex-represor Manuel Cordero fue extraditado a Argentina

23.01.2010 | 13.25

El militar retirado uruguayo Manuel Cordero, acusado de participar de actos represivos en territorio argentino en la década de 1970, fue extraditado este sábado a Argentina.

La extradición de Cordero a Argentina había sido ya decidida por la Suprema Corte brasileña aunque la medida fue postergada porque los abogados del ex militar alegaron que su estado de salud aconsejaba que permaneciera hospitalizado en la ciudad brasileña de Santana do Livramento.

"Este sábado, Cordero fue sometido a un examen médico y trasladado en ambulancia a la ciudad de Uruguaiana (frontera con Argentina). Allí, después de otros exámenes, fue entregado a una ambulancia con agentes de la Policía Federal Argentina", dijo un vocero de la Policía Federal de Brasil.

Según la fuente, el traslado de Cordero a Uruguaiana para su entrega a las autoridades argentinas fue posible porque "el hospital donde se encontraba recibió un compromiso de las autoridades argentinas de que continuarían el tratamiento. Por eso fue liberado del hospital y se procedió a su entrega".




Roger Rodríguez |

Ya no tendrá una bufanda para ocultar su rostro, ni hará una mueca para desfigurar su cara en la foto, ni podrá ampararse en la ceguera de sus víctimas encapuchadas ... El coronel Juan Manuel Cordero Piacentini será fotografiado de frente y de perfil, para que nadie olvide los detalles de su siniestra figura.

Ya no irá al bar La Iguana a tomar cervezas, o realizará sus diarias caminatas fumando pese a su mal cardíaco, ni correrá cuando sienta que las cámaras de la televisión lo acosan, ni enjuiciará a los periodistas que lo siguen... El coronel Juan Manuel Cordero será filmado en su silla de reo ante la Justicia federal argentina.

Ya no podrá interrogar con esa voz irónica que se transformaba en despiadado grito para aterrar a sus detenidos, atados de pies y manos, sometidos a la corriente eléctrica, hundidos en el agua podrida del tacho, golpeados salvajemente... Manuel Cordero será quien tenga que dar respuesta a las preguntas de fiscales y jueces.

Ya no participará de aquellas fiestas del Lido, con whisky importado, con cocaína de la buena, con mujeres que aceptaban o lo soportaban, cuando le decían "Manucho" y él se sentía un play boy, festejado por sus alcahuetes... Cordero pasará sus noches tras las rejas, temiendo que alguien venga a acompañarle.

Ya no gozará de la caducidad que le daba la ley de Julio María Sanguinetti, del indulto de Carlos Menem, de la vista gorda de Luis Alberto Lacalle, de la cobertura de Jorge Batlle, de la complicidad del ministro Marco Aurelio, o de las maniobras de sus abogados... El reo J.M.C.P. afrontará el juicio que corresponde y el castigo que merece. Y aunque nada de eso le quitará el dolor a sus torturados, le evitará la humillación a sus violadas, le devolverá la vida a Iván Morales, a Zelmar, al Toba y sus otros muertos, o permitirá encontrar restos de sus desaparecidos, existirá más verdad y se hará justicia. Y, sobre todo, la impunidad de un criminal de lesa humanidad habrá sido derrotada.

Fuente: Diario La Republica

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