domingo, 14 de marzo de 2010

Tiempo de Reflexión

¡ES TIEMPO DE REFLEXIÓN!
UN DÍA EN EL RECUERDO
A 25 AÑOS
Difundirlo es sembrar Memoria
El próximo día, 14 de marzo de este año 2010, se conmemora la fecha de liberación de los últimos presos políticos del país. Día que quedó marcado en los anales de la historia uruguaya.
El umbral de una nueva era, daba paso a la alegría, y a la esperanza. En el año 1985 las calles montevideanas, fueron invadidas por movilizaciones multitudinarias, llenas de coloridos carteles de bienvenidas, tanto a los que regresaban al país luego de un larguísimo exilio, como a los últimos prisioneros políticos.
Se dejaban atrás los años de oscuridad, de oprobio donde, la oligarquía y militares encaramados en el poder habían llevado adelante los destinos del país.
Luego, de pasada la euforia de los primeros meses, una parte de la sociedad fue descorriendo el velo que ocultó el horror de lo vivido. Ya tomaban fuerza los testimonios directos de las prisioneras/os. Y las madres y familiares de lo secuestrados y desaparecidos confirmaban lo que temían desde tiempo atrás; que sus hijos no estaban presos, ni en algún centro clandestino que podría abrir sus puertas, terminada la dictadura.
Las denuncias que durante años se habían realizado, en campañas internacionales y escritos en muros de la ciudad, era la triste realidad, con la cual nos obligaron a convivir.
Han pasado veinticinco años, de aquel momento.
Es tiempo de reflexión:
Las huellas de la represión desatada contra el pueblo uruguayo dejaron sus secuelas.
Casi 200 personas desaparecidas, que aún seguimos buscando, 116 uruguayos/as asesinados en diferentes circunstancias, la mayoría por torturas.
Niños que estuvieron presos con sus madres, niños que habían sido secuestrados y tomados como botín de guerra y cambiada sus identidades por años. Sus padres asesinados y sus verdugos usurpando sus lugares. Cuerpos lacerados por las marcas que se trasforman en estadísticas de bajo promedio de vida, la locura o el suicidio como forma de escape, hijos que no nacieron, hijos que recibieron las descargas de la picana en el vientre de sus madres, mujeres y hombres que fueron violados en las noches de los cuarteles.
A casi un millón de personas parece que les importan estos saberes.
Así lo han demostrado en el último referéndum perdido por segunda vez.
¿Y a los otros? A los que no lo votaron, ¿qué les pasó?
Algunos se olvidaron parece ser, ya no les importa nada, se creen que eso pasó y que nunca más pasará. Otros son los cómplices que avalan lo hecho. ¿Y los nuestros?
El Estado uruguayo sigue siendo responsable aunque cambie la conducción política.
El 1 de marzo de este año, asumió al gobierno un ex detenido en tiempos pre-dictadura y luego cuando se entronizaron los golpistas al poder lo convirtieron en rehén entre otros, pasando largos años de prisión; entre otros.
Sus mensajes previos a su asunción como Presidente, sobre el tema de los genocidas militares y civiles nos han dejado a más de uno atónitos, cuando se ha referido a "los pobres viejitos presos".
Es de suma importancia "tener los ojos en la nuca", así no olvido que hubo atrás mío.
Y atrás mío, como de miles de uruguayos; hubo muertes, torturas y desapariciones de personas.
Hubo una doctrina que se metió en el entramado social y nos cambió las costumbres, la vida, la educación y la economía del país. Condenó a generaciones enteras a pagar un deuda externa que los gorilas rampantes en el poder la quintuplicaron en su proceso restaurador.
La lucha por los Derechos Humanos, fue punto de partida, para cuantificar los daños.
La búsqueda por verdad y justicia; un derecho y un mojón para dejar a las nuevas generaciones.
Sembrar la memoria; un compromiso ético.
Pero la pregunta que surge de todos estos anuncios o declaraciones desde el flamante gobierno, nos dejan el derecho y el deber de saber
¿a dónde nos quieren conducir nuestros destinos como sociedad en este tema crucial? ¿Un nuevo "Salsipuedes" con la generación que dio todo a cambio de nada?
Las cárceles comunes están abarrotadas de seres de todo tipo, y por otro lado están, algunos militares no todos, que sometieron al país y a su gente, a casi doce años de dictadura nunca vivida en estas tierras uruguayas.
Para eso les crearon -cárceles especiales- porque -son especiales-. Asesinos seriales la mayoría de ellos.
Un beneficio de ley que se rumorea que podría votarse para los presos de 70 años, hace pensar y por esa razón el estado de alerta en todas las Organizaciones de Derechos Humanos de acá y el exterior; que dicha ley de concretarse, sume a estos genocidas.
Si esto que por ahora se llama rumor se llegase a concretar tiempos muy oscuros nuevamente nos esperan a los uruguayos.
Es tiempo de templar los tambores al fuego, como lo hicieron los ancestros para lograr una llamada general de anuncio de la mala nueva.
MARTHA PASSEGGI- REPORTERA GRÁFICA

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