miércoles, 17 de marzo de 2010

No a hacer la vista gorda. Si a resolver los conflictos.

En Uruguay es bastante frecuente la costumbre de ¨barrer debajo de la alfombra¨. Se trata de buscar la forma de esconder la circunstancia, haciendo como que nada hubiera sucedido. Los hechos se van licuando de tal forma que finalmente no es posible reconocer lo ocurrido. Hoy nos estamos enfrentando a una posible nueva aplicación de esta costumbre vinculado al tema de la violación de los DD.HH. durante el período de terrorismo de Estado.
Veamos como es esto. Queremos caminar hacia un futuro de desarrollo y de mejora de las condiciones sociales. Para ello se insinua la necesidad de transitar por un camino de mayor unidad, de comenzar a quebrar el sistema de sociedad partida al medio que mantiene visiones antagónicas en una gran cantidad de temas fundamentales. Para poder construir esa unidad debemos mirar prioritariamente hacia adelante, y tratar de que la visión hacia atrás quede en el pensamiento y en el sentimiento individual. Caminemos juntos hacia adelante, pero cada vez que uno mire para atrás podrá ver una realidad interpretada de manera diferente. Se habla de tolerancia y se dice de convivir con las fuertes diferencias.
Hay temas que son sustanciales de resolver para que una sociedad pueda avanzar sin heridas hacia un desarrollo. Es el caso de las violaciones de los DD.HH., del Terrorismo de Estado ejercido. No se puede caminar a paso firme en la consolidación de la sociedad, si previamente no se realizaron todos los procesos de reconocimiento, análisis y procesamiento de los hechos ocurridos y de la identificación de los responsables intelectuales y materiales de los mismos. No hacerlo sería ¨barrer debajo de la alfombra¨
Hay algunos comentarios que refieren a que existiría ira o revanchismo en el planteo de verdad y justicia que se ha levantado desde hace años. Sinembargo las víctimas directas e indirectas del Terrorismo de Estado en Uruguay han mostrado una tolerancia y una resistencia pacífica que muestra todo lo contrario a los que se podría esperar. Creo que salvo algún caso aislado, no hay revanchismo. Y si podemos hablar de rabia contenida, rabia expresiva, o irreverencia frente a la mentira, el desamparo de las víctimas, al ocultamiento, a la burla y la falta de respeto, debemos hacerlo mirando a la gente más jóven de nuestra sociedad. Aquellos que se fueron enterando poco a poco de los acontecimientos pasados, aquellos que ellos no vivieron, pero que sienten como propios una vez que se enteran o que se convencen de que eran reales.
Si decidimos dar vuelta la hoja, la página, o la cabeza, qué mensaje le estaríamos dando a esta gente joven que en los últimos años fue tomando conocimiento y posición del tema, volcándose a favor de una sociedad en verdad y justicia. Qué mensaje estaremos dando como colectivo nacional hacia el resto de la comunidad internacional.
Estaríamos mostrando como seguimos ¨barriendo debajo de la alfombra¨

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