jueves, 25 de febrero de 2010

Para tener presente y analizar en profundidad.

Azucena Berrutti cree que no hay pruebas para encarcelar militares por violaciones a los derechos humanos en dictadura.
La campaña contra la 'ley de caducidad' fue por 'oportunismo político', opinó la ex ministra, para quien muchos de los que 'ahora' critican al gobierno militar antes estaban 'abajo de la cama'
La ex ministra de Defensa Azucena Berrutti, una veterana abogada que (jurante la dictadura defendió a decenas de presos políticos y que hasta realizó una huelga de hambre contra las torturas y las detenciones arbitrarias, afirmó que quienes hicieron campaña para anular la "ley de caducidad" actuaron con "oportunismo político" y que "no tienen pruebas" para encarcelar a militares.
"Yo no voto la anulación de la ley de caducidad", destacó la ex ministra durante una entrevista que mantuvo con la periodista Blanca Rodríguez antes del 25 de octubre de 2009, cuando finalmente
fracasó el intento de anular esa norma que amparó a militares y policías acusados por violaciones de derechos humanos en la dictadura (1973:1985).
"¿Ni firmó ni vota?", preguntó Rodríguez, y Berrutti contestó: "No, señora. Y no porque quiera congraciarme con los militares. Finalmente el procedo que hicimos logró que el núcleo fundamental esté preso. No voy a votar porque no existe la anulación de las leyes, no es aceptable en el derecho. En estos treinta años pasaron muchas cosas. Me parece una situación de oportunismo político que después contagió a todo el mundo".
Y, de inmediato, la ex ministra, quien hoy preside el Servicio Oficial De Radiodifusión y Espectáculos (Sodre) añadió otro argumento:
-Pero, además, el problema de enjuiciar está en la prueba. ¿Qué les importa llevar a los militares a declarar si no tienen pruebas?
-¿Los testimonios de quienes vivieron las situaciones y pueden identificar a estas personas acusadas no tienen valor?
-Es muy relativo que puedan identificar. Demostrar que esas personas estaban ahí hace treinta años, que estaban torturando... A mime importan las garantías para todos, y eso incluye a los militares. Creo que sin eso corremos riesgos. No puedo pensar que con decir "es ese"... No, no es tan fácil, no es tan fácil.
Ese es un fragmento de la entrevista a Berrutti, que está incluida en el libro "Ministras", publicado días atrás por Rodríguez.

"Cocina con odio". Para Berrutti "es más importante ser libre que ser sano". Es difícil encontrar pronunciamientos de la ex ministra que no tengan referencia alguna a su condición de abogada y al respeto al derecho, sin perjuicio de su militancia socialista y de los cargos políticos que ejerció en administraciones del Frente Amplio.
Tan es así, que en diciembre del 2006 aseguró que "sin ninguna duda" habría ejercido como abogada defensora de los oficiales que en la actualidad están presos por violaciones a los derechos humanos durante el gobierno militar.
"Si usted no fuera ministra, como abogada, si los militares que ahora están presos-José Gavazzo, Jorge Silveira, José Arab, por ejemplo- pretendieran contratar sus servicios como abogada defensora: ¿los habría defendido?", le preguntó Búsqueda en ese momento.
"No tengo duda. Yo lo discutía con un abogado amigo ya en los juzgados militares, en la dictadura. Decíamos: 'Y si un día, cuando termine todo esto, estos van presos, ¿quién los va a defender?'. Y yo nunca tuve duda de que yo sí los defendería, porque es mi profesión. Es tratar de que en algo tan delicado, tan esencial, como las limitaciones a la libertad de una persona, se cumpla exactamente al límite de lo que la ley autoriza. Para mí es más importante ser libre que ser sano", fue entonces su respuesta.
Tres años después, en la entrevista que incluye el libro "Ministras", Berrutti cuestionó incluso que esos militares estén presos.
"Desde la filosofía del derecho, cuando se toma la decisión de cercenarle la libertad a otro, se consideran dos premisas básicas: que significa un peligro para la sociedad y que se pretende recuperarlo y que sea un ciudadano útil. Pero estos culpables ya no son un peligro para la sociedad, y reciclarlos para que sean ciudadanos útiles...", argumentó.
Poco después reafirmó su posición, y también concluyó que el esclarecimiento sobre el destino de todos los desaparecidos es imposible:

-(...) A mí tampoco me gusta la situación de los procesados.
-¿ Qué es lo que no le gusta?
-Tener a todos esos viejos enfermos presos, cocinándolos en el odio. No me gusta.
-¿Quiere decir que desde su perspectiva, incluso de jurista, cree que la anulación (de la ley de caducidad) cerraría mal este capítulo?
-Sí, yo creo que sí.
-¿El Uruguay se va a quedar sin saber?
-Podremos saber alguna pequeña cosa, pero nos vamos a quedar sin saberlo.
De manera explícita, en otro pasaje de la entrevista con Rodríguez (actual pareja del presidente del Banco Central, Mario Bergara), la ex ministra aludió nuevamente a los militares presos: "Yo ya los habría soltado; lo otro es venganza. Y yo quiero ser mejor que ellos, no por decir que soy mejor, sino para que nosotros seamos mejores que ellos".
Rodríguez le preguntó: "Pero entonces, ¿cuál es la norma jurídica que se le aplica al que viola los derechos humanos?".
Berrutti contestó: "Ah, bueno, sí, pero en su momento. ¿Quiere un culpable? Sanguinetti en el '84; Sanguinetti. Todos los votantes del voto amarillo. Wilson Ferreira. Cuando Mariano Arana puso el monumento a Wilson en la explanada de la Intendencia... ¿sabe qué? Yo no soy wilsonista. Wilson hizo la ley de seguridad en 1972, con la que comenzó a oficiar la justicia militar, y después inventó el voto amarillo. Primero metió a los militares y después les dio la salida. Wilson era muy inteligente, mucho más que yo. Y en el '84, Sanguinetti y los blancos. Yo vi alguno de los expedientes donde Sanguinetti quería aplicar el artículo cuarto. Sanguinetti mandaba el expediente al fiscal militar y éste decía: 'Se libraron oficios a los tres comandos, que contestaron no tener información...'. 'Archívese', decía Sanguinetti. Eso fue lo que hizo. Si él hubiera tenido en 1984 la actitud que tuvo esta Presidencia, otra hubiera sido la cosa".

"¡Asesino, asesino!". El artículo 4º de la "ley de caducidad" es el que dispone que, sin perjuicio de que los agentes estatales están amparados en casos de acusaciones judiciales por violaciones de derechos humanos, el Estado debe investigar el destino de los desaparecidos y lo que pasó en la dictadura.
Sobre la base de ese artículo, el 8 de agosto del 2005 los comandantes en jefe del Ejército, de la Armada y de la Fuerza Aérea, entregaron al presidente Tabaré Vázquez los resultados de investigaciones que les había encargado sobre los desaparecidos.
De esos documentos surgían las ubicaciones -en algún caso, precisa- de presuntas sepulturas de desaparecidos. No obstante, de los aproximadamente 30 desaparecidos en Uruguay sólo fueron encontradas dos tumbas clandestinas. Entre todos los casos, el gobierno había evidenciado un interés particular por el de María Claudia García de Gelman, nuera del escritor argentino Juan Gelman.
Días antes de entregar su informe al presidente, el entonces comandante en jefe del Ejército, Ángel Bertolotti, le mostró a la nieta de Gelman, nacida en cautiverio, el lugar donde según sus fuentes estaba enterrada su madre. Nada se encontró allí.
En su entrevista con Rodríguez, Becrutti justificó al entonces jefe del Ejército. "Ellos mintieron, pero no sé quién lo hizo. No tengo dudas de que Bertolotti fue con Macarena Gelman pensando que allí donde se había señalado estaban los restos de su madre. Para Bertolotti fueron unos tiempos muy duros, muy duros. La verdad no salió a flote por la interna militar. Y porque no se procesaron las cosas con sabiduría. Un comandante lleva un informe a un presidente, luego ese mismo comandante es citado a declarar a un juzgado (no por este tema, sino por otro asunto) y la gente en la puerta de la sede judicial está al grito de ¡asesino, asesino! Ellos tienen familia, amigos, tienen su propia autoestima. Hay que entrar a un juzgado en medio de esa situación...", razonó Berrutti.
Durante la mayor parte de su gobierno, el presidente Vázquez habilitó a la Justicia para que indague a agentes acusados de haber violado los derechos humanos en el gobierno militar. Precisamente, la "ley de caducidad", que fue aprobada en 1986 y ratificada por la ciudadanía en consulta popular dos veces, en 1989 y en 2009, dispone que antes de investigar un caso, la Justicia debe preguntarle al Poder Ejecutivo si el denunciado está amparado o no por la norma.
La posición que marcó el gobierno desde 2005 derivó en el encarcelamiento de varios oficiales retirados, entre ellos el ex dictador Gregorio Álvarez.
De todos modos, la central de sindicatos PIT-CNT y otras organizaciones impulsaron desde 2008 una campaña para anular la "ley de caducidad". En poco tiempo se les sumó el Frente Amplio, si bien en 2003, luego de una fuerte controversia interna, había resuelto respetar la vigencia de esa ley.
Hasta el 2008, el actual presidente electo, José Mujica, se había manifestado contrario a la anulación de la "ley de caducidad". Sin embargo, el 12 de agosto de ese año anunció que iba a firmar para que fuese anulada.
Finalmente, el 25 de octubre del 2009 los promotores de la anulación de la ley fracasaron en su segundo intento en veinte años. Las hojas para anular la norma no superaron el 50%.

"Abajo de la cama". En un pasaje de la entrevista que mantuvo con Rodríguez, Berrutti cuestionó la autenticidad de algunas manifestaciones actuales contra la dictadura pasada:
-¿ No considera comprensible que luego de tantos años de lucha la gente reaccionara cuando por primera vez un militar fue a declarar a un juzgado?
-Mi postura debe estar influida, también, por experiencias que tuve durante la dictadura. Porque ahora todos estamos peleados contra la dictadura, pero en aquel tiempo para encontrar a alguien tenía que ira buscar abajo de la cama. Esa es la verdad. Cuando pedí la entrevista con el director del penal de Libertad tuve que ir sola. Ya le conté: tenía una hora y media para llegar, pero nadie se animó. Finalmente una persona, porque la presioné mucho, me dejó en el pueblo.
-¿Me quiere decir que considera que muchos de quienes gritan las consignas de "asesinos" no estuvieron en los momentos difíciles?
-Esa es la realidad.
En ese contexto, la periodista le preguntó a Berrutti si considera que la cuestión de los derechos humanos "se ha manipulado".
"Creo que en cierta medida sí", fue la respuesta.

1 comentario:

  1. Mientras esto se publica en Montevideo, circula una cadena reclamando que se continue con la busqueda y castigo de los nazis por el holocausto y también Shimon Peres habla ante el Parlamento alemán pidiendo que se juzgue a los culpables porque es imprescindible que no haya impunidad y que no se olviden los horrores comentidos como garantía de no repetición. Es increible la contradicción que se da en el Uruguay de hoy.

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