viernes, 16 de octubre de 2009

En la recta final. Elegir la Dignidad Nacional.

LLegamos ya al tramo final de una larga lucha. El próximo domingo 25 de octubre, cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país se enfrentará en el cuarto de votación a su propia conciencia. Además de elegir a los próximos representantes se deberá decidir si se está de acuerdo en reformar la constitución. Motivos para su reforma hay varios, muchos podemos indicar. Pero lo que se propone en esta oportunidad es únicamente una reforma puntual, clara, determinada y determinante: "Anulación de los artículos 1 a 4 de la ley 15.848 - Ley de la Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado" - Ley de Impunidad.
No se puso ningún otra consideración de cambio constitucional justamente para que no se pudiera justificar una abstención en el pronunciamiento alegando no compartir algún aspecto de la reforma. Por eso un único cambio, dejar declarado a nivel de la carta magna que la ley de impunidad, sus artículos 1 a 4 son nulos e inexistentes y no habrán producido efectos jurídicos durante su vigencia.
Ley de Impunidad, que ha sido declarada Inconstitucional por el actual Poder Ejecutivo, que fue declarada Inconstitucional por la Asamblea General del Poder Legislativo y que será declarada Inconstitucional en las próximas horas por la Suprema Corte de Justicia para el caso de Nibia Sabalsagaray. Los tres Poderes independientes del Estado Uruguayo se habrán pronunciado en el mismo sentido. A ello debemos agregar los pronunciamientos provenientes de los organismos de control a nivel del Derecho Internacional y del Derecho Internacional de los DD.HH.
El Poder Legislativo no ha tenido la voluntad de anularla, aún teniendo mayorías parlamentarias.
El Poder Judicial declarará la inconstitucionalidad para el caso concreto presentado.
Deberá ser el radicante de la soberanía, la Nación, quién deberá pronunciarse para resolver esta indignidad.
Una larga lista de personalidades internacionales alientan con su firma para que el pueblo uruguayo de este histórico y postergado paso.
Se ha recorrido un largo, muy largo, y doloroso camino. Desde la resistencia al Terrorismo de Estado durante su ejercicio hasta la etapa anterior de recolección de los cientos de miles de firmas, se ha luchado contra la incomprensión, contra la mentira, contra la desacreditación, contra la amenaza, contra el miedo infundido y contra la inmoralidad.
Es una verguenza nacional que exista esta norma en nuestro ordenamiento. Es una mancha a nuestro país en el ambito internacional donde nos han reganiado en tantísimas oportunidades por mantener esta aberración jurídica en nuestra legislación.
Razones jurídicas, políticas, morales, éticas, sobran. Hoy es una cuestión de defensa de los valores de una sociedad que los va perdiendo día a día. Verdad, Memoria, Justicia, Solidaridad, bases imprescindibles para un futuro sustentable, legado para las nuevas generaciones.
Cada uno en su fuero más íntimo deberá resolver de que lado se coloca. Del lado de garantizar los valores, o del lado de justificar lo injustificable por razones de conveniencia coyuntural, asegurando de esa forma que otros quieran repetir los nefastos antecedentes.
Por nuestros companieros, por nuestros queridos companieros.
Por una sociedad sana.
Por la Verdad, por la Justicia, por la Memoria
El 20 estamos en la última marcha con impunidad desde Pza. Cagancha hasta el Obelisco.
El 25 votamos SI por la Anulación de la Ley de Caducidad
El 26 sabremos si constituímos un colectivo con dignidad.

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