Dos imágenes me surgen en este momento. Una, imponente, con un total tinte rosado. Ayer en la Plaza Cagancha, en la esquina de 18 y cuareim, cuando las imágenes de los companieros y las companieras desaparecidos pasaban como ráfaga hacia el frente de la columna. Una marcha impactante que se llenó de juventud y de fervor. Algo realizado a todo pulmón y creatividad. Una sensación de satisfacción como marco de esa visión. Impactante. El domingo espero que ello se convierta en la tumba de la Impunidad.
La otra imágen que me surge es la de una gran cantidad de dinero dilapidado en pautas publicitarias de los partidos políticos. Que poco dicen. Que pagamos todos. Que se convierte en una gran transferencia de muchos hacia unos pocos que hacen de ello su trabajo. Repaso un disparo de spot publicitarios y siento que no me han dejado nada, salvo algún disenio original. Una sensación de rechazo como resultado de esa visión.
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